En el post «La evaluación del y para el aprendizaje en la programación didáctica», resumimos el capítulo VIII de nuestro libro.
En cuanto a este apartado de la programación didáctica proponemos contemplar los siguientes subapartados:
- Principios de evaluación.
- Referentes de evaluación.
- Calificación.
- Técnicas e instrumentos de evaluación.
- Evaluación específica para el alumnado con NEAE.
- Grado de consecución de objetivos y competencias clave.
Hoy reflexionamos con mayor detalle sobre el último subapartado:
Grado de consecución de objetivos y competencias clave.
La importancia de los objetivos y las competencias
El Real Decreto de ordenación y enseñanzas mínimas de la ESO indica que «Las decisiones sobre la promoción del alumnado de un curso a otro serán adoptadas, de forma colegiada, por el equipo docente, atendiendo al grado de consecución de los objetivos y de adquisición de las competencias establecidas y a la valoración de las medidas que favorezcan el progreso del alumno o la alumna». También señala que «Para la titulación será preciso que el alumnado alcance las competencias y los objetivos de la etapa».
En el caso de Bachillerato, aunque las materias tienen un peso mucho más relevante, también existen referencias a las competencias y objetivos en el mismo sentido que en la ESO (tan solo debes consultar los artículos 21 y 22 del R.D. 243/2022).
Por tanto, el grado de consecución de los objetivos de la etapa y de adquisición de competencias clave es tremendamente importante. De hecho, es fundamental para la ESO, pues competencias y objetivos son referentes para la promoción y la titulación en esta etapa.
Modelos de comprobación
El devenir del proceso de enseñanza y aprendizaje del día a día suele centrarse en las competencias específicas de cada materia. Es decir, en la práctica los objetivos y las competencias clave, aunque se tienen en cuenta de manera transversal, no suelen contar con una dedicación específica.
En nuestro libro presentamos respecto de algunos modelos de comprobación. En resumen:
- La decisión colegiada del equipo educativo en la sesión de evaluación.
- El empleo de un algoritmo que relacione criterios de evaluación de las competencias específicas de cada materia con las competencias clave. Estas competencias clave, a su vez, se pueden relacionar con los objetivos de etapa.
- El diseño y desarrollo de una o varias situaciones de aprendizaje de centro educativo focalizadas en las competencias clave.
- La utilización de materias en las que los centros educativos cuentan con mayor autonomía y flexibilidad («proyectos interdisciplinares») para desarrollar situaciones de aprendizaje centradas específicamente en las competencias clave.
Si el equipo educativo trabaja bien la fiabilidad de la evaluación («Una prueba tiene fiabilidad si la calificación que proporciona para un alumno o alumna en concreto es replicable y consistente») el primer método puede ser muy efectivo.
Si se emplea un buen algoritmo, con porcentajes optimizados y una evaluación de criterios de evaluación que tenga en cuenta las competencias clave (véase el post: «La rúbrica de latín»), el algoritmo que relacione criterios de evaluación, competencias clave y objetivos, también puede ser un método efectivo.
Decidir entre un modelo u otro no es nada sencillo. Cada centro educativo, de acuerdo a su idiosincrasia (modelo educativo, formación del profesorado, posibilidades informáticas…), considerará un modelo más adecuado y viable que otro.
Ahora bien, siguiendo un enfoque humanista y teniendo en cuenta la importancia de la reflexión y el trabajo en equipo, en re-Programa proponemos:
- Para evaluar el grado de consecución de objetivos: la decisión colegiada del equipo educativo en base a una rúbrica previamente consensuada. Se trata de un modelo mayormente cualitativo y subjetivo, pero con un resultado fruto del consenso y en base a un instrumento que contribuye positivamente a la fiabilidad y validez de la decisión final.
- Para evaluar el grado de consecución de las competencias clave: el diseño y desarrollo de una o varias situaciones de aprendizaje de centro educativo centradas en las competencias clave y no en las competencias específicas. Se trata del desarrollo de situaciones de aprendizaje que movilicen de manera holística varias materias o ámbitos. Consideramos que se trata de una propuesta con una elevada carga de significatividad para el alumnado y de visión general para el profesorado. Otra opción también muy interesante, y tal vez con menores inconvenientes organizativos, sería la de utilizar los proyectos interdisciplinares para desarrollar proyectos cuya evaluación se centre única y exclusivamente en las competencias clave.
En el libro «Programaciones didácticas para ESO y Bachillerato: una propuesta práctica y fundamentada» facilitamos varios ejemplos que dan respuesta a estos dos modelos de comprobación. En cualquier caso, se trata de integrar y contextualizar las competencias y objetivos de forma que en cada curso y/o situación de aprendizaje se clarifiquen los criterios de éxito. Obviamente estos criterios de éxito deben tomar como referencia los propios objetivos y competencias clave (concretamente sus descriptores operativos).
Formación re-Programa
Recuerda que en sección de la web «Formación» puedes encontrar la oferta formativa de re-Programa:
- Formación para centros educativos
- Formación a distancia (acreditada por la Universidad Nebrija).
También puedes adquirir el libro «Programaciones didácticas para ESO y Bachillerato. Una propuesta práctica y fundamentada» en tu librería habitual o directamente en la Web de Nau Llibres.
Feliz miércoles.
Vicente, Elio y Raül
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