Enfoque legislativo
En el preámbulo de la LOMLOE podemos leer: «... garantizar una formación adecuada pasa necesariamente por proporcionar una formación integral, que se centre en el desarrollo de las competencias, y que sea por una parte equilibrada, porque incorpora en su justa medida componentes formativos asociados a la comunicación, a la formación artística, a las humanidades, a las ciencias y la tecnología y a la actividad física y, por otra, en la medida en que avanza la escolaridad pueda ir proporcionando la formación básica imprescindible para seguir formándose…».
Siguiendo con la LOMLOE, en el título preliminar, concretamente en el artículo 6.2, podemos leer: «El currículo irá orientado a facilitar el desarrollo educativo de los alumnos y alumnas, garantizando su formación integral, contribuyendo al pleno desarrollo de su personalidad y preparándoles para el ejercicio pleno de los derechos humanos, de una ciudadanía activa y democrática en la sociedad actual…».
Veamos ahora lo que nos indican algunos de los reales decretos de ordenación y enseñanzas mínimas:
- En el R.D. 157/2022 (educación primaria), concretamente en el artículo 6.2 podemos leer: «La intervención educativa buscará desarrollar y asentar progresivamente las bases que faciliten a cada alumno o alumna una adecuada adquisición de las competencias clave previstas en el Perfil de salida…» .
- En el R.D. 217/2022 (ESO), podemos leer, en su artículo 6.3: «...se prestará una atención especial a la adquisición y el desarrollo de las competencias establecidas en el Perfil de salida del alumnado al término de la enseñanza básica…».
Consideramos que no es necesario indicar más referencias legislativas de la importancia que la legislación otorga a las competencias. Este enfoque marcadamente competencial cuenta, entre la comunidad educativa, con sus defensores, pero también con sus detractores.
- Algunas personas defienden las competencias como la única forma de conseguir el máximo desarrollo del alumnado y de la sociedad en general. ¿Para qué sirve el conocimiento si no se sabe aplicar?
- Otras personas, en cambio, piensan que un enfoque tan focalizado en las competencias tendrá unas consecuencias nefastas. ¿Tendremos, en un futuro, a personas incultas que están a merced del mercado laboral y que no serán capaces de cuestionar sus intenciones capitalistas y neoliberales?
- …
Postura de re-Programa
En re-Programa pensamos que los extremos no son recomendables y nos posicionamos en una opción templada y moderada. Se trata de hacer lo correcto en la cantidad correcta y de la manera correcta, es decir, hacer lo que sabemos que debemos hacer. Respetando la legislación, pero contextualizando e interpretando lo que se indica, y sobretodo, priorizando el desarrollo integral de TODO el alumnado.
Atendiendo al enfoque competencial propuesto por la LOMLOE, en re-Programa proponemos diseñar las situaciones de aprendizaje de cada área o materia tomando como punto de partida las competencias: las clave o las específicas, según el enfoque de la situación de aprendizaje. Ahora bien, las competencias deben desarrollarse en base a unos «saberes» y teniendo en cuenta un enfoque actitudinal determinado.
Ejemplo
Centrémonos, por ejemplo, en educación primaria. Concretamente en el área de Matemáticas, y más concretamente en la segunda competencia específica: «Resolver situaciones problematizadas, aplicando diferentes técnicas, estrategias y formas de razonamiento, para explorar distintas maneras de proceder, obtener soluciones y asegurar su validez desde un punto de vista formal y en relación con el contexto planteado». En esta competencia podemos diferenciar:
- El «qué» debe conseguir el alumnado: «Resolver situaciones problematizadas».
- El «cómo» debe conseguirlo: «aplicando diferentes técnicas, estrategias y formas de razonamiento».
- El «para qué»: «explorar distintas maneras de proceder, obtener soluciones y asegurar su validez desde un punto de vista formal y en relación con el contexto planteado».
El grado esperado de consecución de esta competencia lo encontramos en los «criterios de evaluación». La legislación de ámbito nacional concreta estos criterios para cada uno de los ciclos. Por su parte, los centros educativos, atendiendo a su autonomía pedagógica y organizativa, puede (debe) concretar para cada uno de los cursos. Veamos, por ejemplo, la concreción de esta competencia a través de uno de sus criterios de evaluación del tercer ciclo (sexto de educación primaria): «Seleccionar entre diferentes estrategias para resolver un problema, justificando la elección».
En este criterio podemos diferenciar:
- El «qué» debemos comprobar que evidencia el alumnado: «Seleccionar entre diferentes estrategias para resolver un problema».
- El «cómo» lo debe de hacer: «justificando la elección».
Focalizarnos en las competencias y, sobretodo, en los criterios de evaluación nos permitirá mantener el foco; el propósito de nuestras acciones en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Ahora bien, este enfoque competencial no significa que dejemos en un segundo lugar a los «saberes».
Siguiendo con este ejemplo, algunos de los «saberes básicos» que deberían desarrollarse en clase y aprenderse por parte del alumnado para poder conseguir este criterio de evaluación y por tanto la competencia asociada, serían:
- «Estrategias y técnicas de interpretación y manipulación del orden de magnitud de los números.
- Estimaciones y aproximaciones razonadas de cantidades en contextos de resolución de problemas.
- Estrategias de cálculo mental con números naturales, fracciones y decimales.
- Estrategias de reconocimiento de qué operaciones simples o combinadas (suma, resta, multiplicación, división) son útiles para resolver situaciones contextualizadas.
- …»
Conclusión
Atendiendo a los párrafos anteriores:
- ¿Son importantes los «contenidos» o «saberes»? Por supuesto que SÍ, pues permiten que el alumnado consiga la competencia esperada.
- ¿Los «contenidos» o «saberes» deben ser el foco y el punto de partida? Por supuesto que NO, pues si nos centramos en los «saberes» podemos perder el norte y diseñar unas «situaciones de aprendizaje» excesivamente estáticas y desenfocadas de la pretensión final.
Desarrollar un proceso de enseñanza y aprendizaje con propósito e impacto en el desarrollo del alumnado implica emplear las «competencias» y los «criterios de evaluación» como punto de partida y elementos referentes para el diseño de las situaciones de aprendizaje. Los «saberes» deben emplearse como elementos curriculares de ayuda, sobretodo en aquellos casos en los que las competencias y los criterios de evaluación tengan una redacción excesivamente «abierta».
re-Programa
Terminamos el post de hoy con una reflexión en base a tres hipotéticas situaciones:
- Supón que viajas en un barco y se produce un accidente. Vas a tener que pasar un tiempo (posiblemente largo) en una isla desierta. Tienes la opción de escoger a tu acompañante entre dos personas. Suponiendo que la inteligencia emocional de ambas personas fuera la misma: ¿Escogerías a la que sabe o a la que sabe hacer?
- Supón que tienes una avería en tu coche. Lo llevas al mecánico. ¿Prefieres al mecánico que sabe o al que sabe reparar?
Nosotros preferimos «sobrevivir» en un isla desierta con una persona culta, que sepa, pero sobretodo que sepa buscarse la vida, pues no queremos morirnos de hambre. También preferimos a un mecánico o mecánica que nos trate bien, que nos explique la causa de la avería, que nos recomiende qué debemos hacer para que no se vuelva a producir la avería, pero sobretodo, queremos que nos repare el coche.
Formación re-Programa
Recuerda que en sección de la web «Formación» puedes encontrar la oferta formativa de re-Programa:
- Formación para centros educativos
- Formación a distancia (acreditada por la Universidad Nebrija).
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Feliz miércoles.
Vicente, Elio y Raül