En anteriores ocasiones hemos abordado la cuestión de la evaluación en este blog. Es uno de los temas que más preocupan a los docentes, tanto por su voluntad de ser ecuánimes con su alumnado como por el cumplimiento con lo estipulado en la legislación.
Si esta es tu primera visita a nuestras páginas, puede ser de tu interés esta entrada, en la que exponemos de forma sucinta cómo entendemos la evaluación. También puede resultarte útil nuestro libro de programaciones didácticas, en el que la cuestión de la evaluación se aborda en profundidad y de manera muy práctica. Por último, si tienes dudas sobre conceptos como criterio de evaluación o descriptor operativo, este glosario te puede ayudar.
Entrando ya en materia, este curso 2023-24 entra en vigor de forma completa la LOMLOE y por tanto en nuestro modelo evaluaremos por competencias (algo que no es precisamente nuevo, ya que aparecía en leyes anteriores). Esto implica que no tomaremos los saberes o contenidos como hilo conductor y no propondremos evaluar el nivel de conocimiento de determinados saberes durante cada uno de los trimestres ni emplear el resultado de esta evaluación para producir una calificación al término de cada uno de estos tres periodos.
Tampoco evaluaremos la actitud. Esto es algo que todavía pervive en las aulas como un vestigio de la división tripartita en conocimientos, procedimientos y actitudes que estableció la LOGSE de 1990 y ya quedó obsoleta años atrás. Esos tres elementos están integrados en el currículo en vigor por lo que no puede disgregarse la actitud en la evaluación. Además, la norma no permite asignar directamente un coeficiente a un instrumento, especialmente si este es arbitrario. Sobre esta cuestión puedes leer más en esta entrada.
En definitiva, puesto que proponemos evaluar de forma competencial según lo previsto en los decretos del currículo, tomaremos como referente las competencias específicas de nuestra materia, y con ellas sus respectivos criterios de evaluación. De esta forma, al secuenciar nuestra programación, la línea conductora serán estas competencias, en lugar de los saberes. Tienes un ejemplo detallado de cómo secuenciar por competencias en lugar de por trimestres en esta entrada.
La asignatura que usaremos en nuestro modelo es un taller de profundización de Lengua Castellana de 4.º de ESO que llamamos «Lengua para la vida», pero nuestra propuesta puede adaptarse de manera muy sencilla a cualquier asignatura lingüística y sus principios pueden aplicarse a cualquier materia. En las próximas semanas, intercaladas con otras entradas del blog de otras temáticas, iremos detallando el proceso de evaluación que se seguirá para esta asignatura.
Te invitamos a seguirlas.
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Feliz miércoles.
Vicente, Elio y Raül
2 thoughts on “Modelo de evaluación para ESO (1)”