En base a los principios que definimos en la anterior entrada (los «planos»), veremos ahora cómo evaluar la primera de las competencias específicas de la materia, la comprensión oral (C. Esp. 2). Nuestros principios son los siguientes:
- Los criterios de evaluación son el referente con el que comparemos su desempeño. En general, para cada situación de aprendizaje utilizaremos los criterios que correspondan a una competencia en concreto, con alguna variación menor que explicaremos.
- Los descriptores operativos de las competencias clave marcan los diferentes niveles de ese desempeño. Establecemos cuatro niveles, uno que corresponden a «no adquirido» y tres que permiten graduar diferentes niveles de superación del criterio.
- Utilizaremos como instrumento de evaluación una rúbrica. Es una herramienta que nos permite ilustrar nuestro modelo de evaluación, pero no hemos de olvidar que en el aula los instrumentos de evaluación han de ser variados.
La competencia específica de Comprensión oral tiene asignados tres criterios de evaluación, pero vamos a añadir en este caso un cuarto criterio que formalmente está asignado a otra competencia pero que pensamos que puede tener mejor acomodo en este caso, ya que puede aplicarse a la comprensión oral y permite evaluar con precisión el grado de entendimiento desde un punto de vista lingüístico. Son los siguientes:
- Criterio 2.1. Escuchar de forma activa, interpretar y valorar, de manera autónoma, textos orales y multimodales de géneros, tipologías y registros diferentes, propios del ámbito personal, social, educativo y profesional, reflexionando sobre el contenido y la forma, y evaluando su calidad, fiabilidad e idoneidad del canal utilizado.
- Criterio 2.2. Interpretar el sentido global y las ideas principales y secundarias de textos orales y multimodales de conocimientos complejos y ajustados a la situación comunicativa.
- Criterio 2.3. Extraer e interpretar información (explícita e implícita) de los textos orales y multimodales, de los elementos no verbales y de los elementos prosódicos, identificar incongruencias entre texto y elementos no verbales, valorar de manera crítica y razonada los contenidos, el propósito del texto y la intención del emisor.
- Criterio 3.3. Identificar las tipologías textuales y los géneros discursivos, reconocer la estructura compleja y el formato de los textos y las características lingüísticas específicas de cada tipo de texto
Como adelantamos en la entrada anterior, especificaremos para cada criterio cuatro niveles de desempeño, según el siguiente modelo:
- Insuficiente. El alumnado no ha superado el criterio de evaluación.
- Apto. El alumnado ha adquirido el criterio de evaluación en una medida suficiente para considerarlo superado.
- Notable. El alumnado ha adquirido plenamente el criterio de evaluación.
- Sobresaliente. El alumnado ha excedido la adquisición plena del criterio de evaluación.
Esto implica que estamos tomando la referencia de la redacción de los criterios de evaluación para el nivel de notable y estamos graduando este criterio con un nivel superior (sobresaliente) y otro inferior (apto), por lo que respecta a los tres niveles de desempeño que se corresponden con su superación.
Además de esta graduación del criterio, tomamos como referencia los descriptores operativos de las competencias clave que podemos asociar a esta competencia y distribuimos su adquisición progresiva en los sucesivos niveles de desempeño. Así, consideramos imprescindible que la superación del criterio se haga según lo dispuesto en los descriptores CCL2 y STEM1 (apto), establecemos el nivel central en el desempeño que además incorpora los descriptores CD2, CD3 y CC3 (notable) y el nivel superior en el desempeño que demás de todo lo anterior cumple lo establecido en los descriptores CP2 y CPSAA4 (sobresaliente).
El lector avispado se habrá percatado de que el nivel más bajo de los que acreditan la adquisición del criterio, en amarillo, además de corresponder con una redacción graduada de este indicador, incorpora los descriptores que requieren un nivel de pensamiento menos abstracto, mientras que el nivel superior, además de una redacción que excede lo requerido por defecto en la norma, acredita un desempeño ligado a descriptores que implican procesos cognitivos de mayor nivel. Seguimos de este modo la taxonomía de Bloom en nuestra evaluación.
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Feliz miércoles.
Vicente, Elio y Raül
