Educar para un mundo cambiante (3)

Educar para un mundo cambiante (3)

En ESTE POST ANTERIOR iniciamos el resumen del libro «Educar para un mundo cambiante» de David Perkins. Hoy continuamos la serie reflexionando sobre los capítulos V (aprendizaje que prepara para la vida), VI (los 7 mares del conocimiento) y VII (formas de conocer).


Puede que existan muchas cosas que merezca la pena aprender, pero de nada nos servirá si no caemos en la cuenta de su significado en ese momento. Lamentablemente, que algo merezca la pena aprender no quiere decir que también prepare para la vida.

Para comprobar que un aprendizaje se ha comprendido, las personas tienen que pensar en el tema en cuestión, considerando detenidamente, pensar en él y con él. Que solo reciten de memoria o hagan ejercicios sencillos, no significa que realmente lo comprendan. Por tanto, para que un gran tema de comprensión prepare para la vida, la comprensión debe estar activa, siendo capaz de pensar haciendo uso de los que se sabe. No se trata solo de conocer respuestas estándar o llevar a cabo procedimientos con precisión y fluidez. ¡Se requiere pensar!

Para que la comprensión prepare para la vida, el aprendizaje debe cultivar el pensamiento

David Perkins

El autor afirma que los grandes temas de comprensión, no son simples temas en los que pensar, sino herramientas que ayudan a pensar. Un gran tema de comprensión prepara para la vida cuando existe disposición a darse cuenta de en qué momentos de caos encaja en un determinado tema de comprensión y ofrece percepción, afecta a los actos y aporta una perspectiva ética.

Se está mejor posicionado para construir grandes temas de comprensión cuando se tiene inclinación a comprender por uno mismo, que cuando se limita a asimilar una versión enlatada de dicho tema de comprensión por otra persona.

Perkins indica que los grandes temas de comprensión lo son en 4 fases:

  1. Percepción: dar sentido a lo que ocurre.
  2. Actos: cómo esa comprensión nos empuja a actuar.
  3. Ética: nos sirve de guía para escoger entre una u otra posible acción.
  4. Oportunidad: se deben dar situaciones en los que veamos percepción, se fomenten actos y se lleven a cabo juicios éticos.

Por tanto, el alumnado debería contar con abundantes oportunidades para desarrollar una apreciación rica e intensa de cómo lo que aprenden apela a las vidas que es probable que vayan a vivir. Aquí existe una importante labor del profesorado: el de aportar significatividad a la enseñanza.

Un gran tema de comprensión que prepara para la vida lo hace en 4 dimensiones:

  1. Para pensar.
  2. Para aplicar.
  3. Para darse cuenta de lo que ocurre.
  4. Para tener interés.

Los 4 aspectos anteriores contribuyen a lo que habitualmente se llama «transferencia del aprendizaje». Nadie va a aprender un tema sobre el que pensar, aplicar, darse cuenta e interesarse, sin tener experiencia en tales aspectos de aprendizaje (no aprenderás a escalar, si no escalas; no aprenderás a ir en monopatín, si no patinas).

Por tanto, el aprendizaje que prepara para la vida implica que los estudiantes piensen, lo apliquen a otras áreas (transferencia), tengan conciencia de la información e interés por ella. Para ello, es recomendable emplear metodologías cuyo ingrediente común sea un desafío complejo con final abierto que requiere un enfoque deliberativo prolongado (aprendizaje basado en proyectos, por ejemplo).


La cantidad de aprendizaje que merece la pena para la vida presente en las disciplinas conocidas es inmensa, pero es imprescindible realizar un muestreo inteligente. Es decir, el profesorado debe realizar una adecuada selección del «foco». El marco legislativo establece el currículo mínimo, pero es el profesorado quien pone el acento en una u otra enseñanza. Por tanto, se deberían priorizar los grandes temas de comprensión que preparen para la vida. Todo esto teniendo en cuenta que percibir cómo funciona el mundo también cuenta como aprendizaje que merece la pena.

Debemos partir de la hipótesis de que puede enseñarse eficazmente cualquier asignatura de una forma intelectualmente apropiada a cualquier niño o niña en cualquier etapa de su desarrollo. Para ello, se deben emplear versiones adaptadas.


Obviamente los grandes temas de comprensión y las grandes preguntas no tienen que ver únicamente con el contenido de una disciplina. Conocer una disciplina significa más que reunir información y resolver problemas estándar. En el complicado mundo actual, las soluciones a los problemas no encajan dentro de una sola disciplina, sino que se benefician del discurso interdisciplinar.

Perkins referencia las 4 dimensiones de comprensión de un disciplina que proponen Verónica Boix Mansilla y a Howard Gardner:

  1. Conocimiento: comprensión del contenido.
  2. Métodos: cómo contribuye y evalúa el conocimiento una disciplina.
  3. Finalidad: la disciplina como herramienta para explicar, interpretar y operar en el mundo.
  4. Formas: facilidad con los sistemas de símbolos importantes para la disciplina, por ejemplo, las clases de ejercicios de matemáticas, escritura o expresión artística.

A través de las disciplinas, las profesiones y otras áreas de la práctica, se encuentran cajas de herramientas contrastadas con las que construir y buscar grandes temas de comprensión y grandes preguntas que merece la pena aprender.

Tener una idea de las formas de conocimiento nos prepara para un aprendizaje más profundo. Ahora bien, aprender sobre algo no es lo mismo que aprender a hacer algo; menos aún si se aprende de memoria.

Participar en el mismo juego en más de una área deja mucho más claro el perfil general del juego. La ciencia y la literatura pueden parecer extrañas compañeras, pero las dos, junto a las conexiones explícitas, fomentan una comprensión más profunda.

Uno solo conoce el rostro de alguien si lo mira más de una vez y con una luz diferente.

David Perkins

Por ejemplo, el enfoque de aprender matemáticas va más allá de la mecánica práctica de la aritmética, la geometría o el álgebra. Si se enseña bien, las matemáticas contribuyen en una medida considerable a cultivar poderosos grandes temas de comprensión y grandes preguntas, más allá del nivel de contenido, los grandes patrones de investigación según los enfoques euclidianos y de Newton.

Por tanto, el enfoque interdisciplinar de verdad, incluso en una versión adaptada, parte de la preparación para la vida. Ahora bien, además del contenido, las disciplinas nos aportan otra clase de comprensión: las formas de conocer. Cualquier disciplina tiene su manera característica de describir las situaciones, justificar afirmaciones, teorías e ideas, explicar fenómenos… Estas difieren mucho de una disciplina a otra. Hacerse una idea de las formas de conocer de una disciplina y sentirse cómodo en ella proporciona un aprendizaje más hondo en la disciplina, más sencillo y más interesante.

En resumen, David Perkins no indica que la enseñanza por disciplinas tiene sus ventajas, pero que es necesario también un enfoque interdisciplinar. Como veremos en el resto de capítulos, la propuesta de Perkins es la templanza, es decir, combinar enfoques específicos (cubos de conocimiento o disciplinas) y enfoques interdisciplinares (más significativos y próximos a la vida real).


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Feliz miércoles.

Vicente, Elio y Raül

Imagen destacada generada con Leonardo AI

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